Conviene
que en esta temporada que antecede al verano, proporcionemos a nuestros hijos
las vitaminas tan necesarias para su crecimiento.
1- Desayuno
La leche
es un alimento básico en cualquier dieta. Con preparados solubles de cereales o
de cacao, los niños tendrán sus energías renovadas. El pan, así como las
galletas, cereales, son también básicos. Si puedes utilizar los que aportan más
fibra, mejor. Es aconsejable incluir algo de fruta al desayuno, alguna pieza o
zumo de naranja, o batido de fresas.
2- Comidas
Cuánto
más verde en las comidas, mejor. Eso significa empezar cada comida con una
ensalada de lechuga, espinacas, o simplemente con tomates, maíz, etc. Las
verduras frescas y legumbres también son aconsejables para acompañar carnes,
pescados o huevos.
3- Cenas
Cuanto
más ligeras, mejor. Un caldo vegetal o un puré de verduras es la mejor manera
para empezar una cena. Además, las hortalizas son bienvenidas. Se puede preparar
una nutritiva ensalada a base de lechuga, zanahoria, remolacha, tomates,
espárragos, canónigos, pepino, y otros vegetales. Si el niño come eso de
primero, un filete empanado después, le vendrá de maravilla. No se debe olvidar
de la hidratación. Beber mucho agua.